¿Estás dispuesto a conocer no una técnica, sino una herramienta de gran valor para el pintado de nuestras miniaturas? ¿Sí? pues hoy descubrirás la Paleta Húmeda.
Si no la conoces, una paleta húmeda es un recipiente de plástico que en su interior tiene una esponja húmeda y sobre la cual hay una hoja de papel vegetal que absorbe la humedad de la esponja.
Esto permite que la humedad del papel se transfiera a nuestras pinturas alargando así su vida útil. Hasta ahí todo muy sencillo, pero… ¿cómo puedo hacerme mi propia paleta húmeda?, te estarás preguntado…
No temas porque a continuación te voy a mostrar la forma más sencilla de construir tu propia paleta húmeda.
Del mismo modo te daré, una serie de consejos que te vendrán estupendamente para que no tengas ningún tipo de problema a la hora de realizarla o de utilizarla. Sin más dilación, allá vamos.
Materiales que vas a necesitar
- 1 recipiente de plástico no muy alto y que tenga tapa (si es hermético, mejor que mejor).
- 1 esponja que tenga unas dimensiones lo más parecidas a nuestro recipiente (si es más grande lo podremos adaptar).
- un trozo de papel vegetal o de horno (el papel de carnicero también nos viene ideal, aunque puede ser más difícil de encontrar).
- Cuchilla, a poder ser bien afilada.
- Reglas.
- Rotulador.
- y por supuesto… ¡Agua!.
PASO 1
Una vez tengas tus materiales preparados, plantea con el rotulador el perímetro del fondo de tu recipiente en la esponja.
Después lo cortarás con la cuchilla y ayudate con la regla para hacer el corte lo más recto posible.
Cuando tengas tu porción de esponja cortada, comprueba que encaje perfectamente dentro de tu recipiente.
PASO 2
Mide la altura de tu recipiente y toma la medida de la mitad de su altura. Este será el grosor que le darás a la esponja para que conserve una buena cantidad de humedad.
Hecho esto, divide tu esponja en secciones con el grosor medido anteriormente (en mi caso 1,5cm) y las recorta con la cuchilla.
El consejo que te doy para cortar la esponja lo mejor posible, es que cortes por los 4 lados y dejes la zona del centro sin cortar.
Plegando los bordes sobre sí mismos y pasando la cuchilla por debajo conseguirás un corte más preciso.
Hecho esto, comprueba que tu sección de esponja encaja perfectamente en tu recipiente y llega más o menos a la mitad de su altura.
PASO 3
A continuación, plantea el contorno del fondo de tu recipiente sobre el papel de hornear.
Llegados a este punto, podrías tener la tentación de cortar directamente el papel por esas líneas y seguir con el proceso, pero mi consejo es que no lo hagáis.
Deja un margen de 0,5 cm en el interior del contorno y recorta por ahí. De esta manera, el papel no se curvará y siempre tendrás acceso directo a la esponja para rehidratarla si perdiera humedad en el futuro.
PASO 4
Ha llegado el momento de humectar tu esponja por primera vez y por eso te recomiendo ser generoso al hacerlo.
La esponja ha de absorber la suficiente agua como para hidratarse por completo y para adherir el papel de horno sobre ella.
Así que, después de verter una buena cantidad de agua y apretar la esponja por todas partes para ayudarla a absorber el agua, es momento de poner tu papel sobre ella y extenderlo bien para que haga contacto con toda la superficie de la esponja.
Una vez que se ha adherido por completo el papel a la esponja, eliminarás el exceso de agua en un vaso o en cualquier otro recipiente para que te quede la cantidad exacta.
Lo ideal es que realicemos esta operación y esperemos una hora, hecho esto repetirás la operación hasta que no tengas líquido en el fondo de tu recipiente.
¡Bien Hecho!
Hecho esto, ya tienes tu paleta preparada para alargar la vida de nuestras pinturas por varias jornadas.
Espero que te haya sido útil este artículo tutorial y te veo en el siguiente.
¡¡ Salud y fuerza para tus pinceles 😛 !!
Artista: Eloy Tárraga