¿Estás preparado para conocer una nueva técnica de pictórica para miniaturismo? Sé que sí, así que en esta ocasión te traigo la técnica del lavado de tintas.
Esta técnica consiste en aplicar uno o varios lavados de tintas, para colorear tus miniaturas de la forma más sencilla y rápida posible.
Es indispensable imprimar tus miniaturas con un color claro, preferiblemente un color blanco o un color hueso.
Primer lavado de tinta
Una vez que nuestras miniaturas tienen una base de imprimación clara, procederemos a aplicar un primer lavado para conseguir que los detalles de la miniatura resalten.
Además de definir tenuemente una primera capa de luces y sombras. En caso de no tener a mano una tinta en concreto, recomiendo que utilices un medium diluyente.
Con ello diluirás la pintura y mantendrás sus propiedades intactas, ya que solamente diluyendo con agua romperemos, la estructura del pigmento y haremos que se disperse, dándonos un resultado poco satisfactorio.
Para aplicar tu prime lavado de tinta general, escogeremos un tono oscuro (un negro o un marrón chocolate) y lo diluirás con tu medium diluyente.
Es importante que la proporción sea ¼ de tinta (o pintura) y ¾ de medium. Esta mezcla la repartirás por toda la miniatura teniendo cuidado de que no se hagan “charcos” de tinta. Si se diera el caso utilizarías tu pincel para eliminarlos.
Añadir lavados posteriores de tinta
A continuación tomarás tu miniatura con su primera capa de tinta ya seca, suele tardar unos 20 minutos en estar completamente seca, y aplicarás las nuevas tintas de colores, de forma selectiva teniendo en cuenta estos criterios:
- Siempre aplicarás las tintas de más clara a más oscura.
- La capa de tinta anterior ha de estar completamente diluida antes de aplicar la segunda capa.
- A cada capa que des, dejaremos que se observe parte de la capa anterior más clara.
- Harás especial énfasis en la aplicación de las tintas en las zonas de los pliegues y las sombras.
Recomendaciones en el lavado de tinta
Se recomienda que para esta técnica no se utilicen colores metálicos, pues éstos los aplicarás más adelante de forma tradicional y en posteriores entradas os contaremos cómo sacarles el máximo partido.
Con esta técnica aplicarás color consiguiendo zonas claras (iluminadas) y zonas oscuras (sombras) de forma rapidísima. Pudiendo tener listas para la batalla un buen número de miniaturas en muy poco tiempo.
Este hecho, hace que esta técnica sea especialmente indicada para ejércitos con muchas miniaturas y que tengan un nivel de detalle medio/bajo.
Puesto que es una técnica básica, no esperes conseguir unos resultados increíbles (al menos por ahora), sino que esta técnica nos servirá de base y fundamento para técnicas más avanzadas.
Sacaremos un resultado mayor combinándola en el futuro con la técnica del delineado, por ejemplo.
Por ello, se recomienda que esta técnica sea utilizada por pintores/as que empiezan a dar sus primeros pasos en el mundo del miniaturismo y quieren conseguir resultados más que aceptables en sus miniaturas de forma rápida y sencilla.
Pero también, si eres un pintor con experiencia y deseas tener una buena base de color con un claroscuro definido para aplicar técnicas de punteado o delineado, esta técnica te otorgará esa base que necesitas en poco tiempo y de forma sencilla.
Artista: Eloy Tárraga