por Dave Cross
Hemos convencido a Dave Cross para que deje un momento su pincel y nos cuente con pelos y señales de dónde sacó la inspiración para hacer este increíble camuflaje y cómo se lo montó para pintarlo.
Dave: Al ser un gran fan de los Eldars, me moría de ganas de hacerme con el nuevo Serpiente. Es prácticamente indispensable en cualquier ejército eldar e iba a quedar muy bien como parte de mi fuerza del mundo astronave de Saim-Hann. Después de mirarme bien todas las matrices, me di cuenta de que el símbolo de Saim-Hann, que es una gran serpiente roja, encajaba casi a la perfección alrededor de los respiraderos del motor. El uniforme básico de Saim-Hann es la armadura roja y los cascos blancos, pero, como había decidido pintar una serpiente roja en el casco de la nave, pensé que el Serpiente destacaría más si le aplicaba el blanco como color principal del tanque. Sin embargo, es complicado que el blanco a secas quede bien sobre una zona tan grande. Tenía que variarlo, cosa que me hizo pensar en usar un motivo de camuflaje. Normalmente, el aspecto más importante del camuflaje es que descompone la forma del tanque haciéndolo más difícil de detectar. No obstante, yo quería usarlo para darle al Serpiente un aspecto muy original con el que conseguir que destacara en lugar de mimetizarlo con el entorno (con la ayuda de los colores apropiados). De este modo, armado con un Serpiente y una pila de libros repletos de motivos de camuflaje, me puse a buscar alguno que me gustara especialmente.
Como los Eldars son una raza alienígena tan avanzada, busqué un motivo que fuera totalmente distinto del camuflaje que usan los de la Guardia Imperial. Tenía que ser uniforme pero también aleatorio. Después de peinar mi pila de libros acabé por encontrar lo que andaba buscando: un biplano de la Primera Guerra Mundial con un camuflaje «a rombos». Tenía tres colores dispuestos formando rombos, aunque se les había aplicado la pintura expresamente al azar sin ningún tipo de orden cromático y vi que aquello era perfecto para el Serpiente.
Con la intención de tratar de aplicarlo al Serpiente, cogí un pincel y me puse manos a la obra. No obstante, después de haber pintado una pequeña parte del tanque, me di cuenta de dos cosas: primera, que aquello me iba a costar muchísimo tiempo y, segunda, ¡que cuando cerraba los ojos lo único que podía ver eran Serpientes multicolores! Tenía que pensar en otro modo de pintar la miniatura. Lo primero en lo que pensé fue en aplicar el motivo al tanque con una plantilla, pero iba a tardar lo mismo que pintando cada rombo uno por uno. Otra idea que tuve fue trazar el camuflaje en la miniatura, pero tras pensarlo un poco me percaté de que el contorno del tanque iba a ser un problema. Estaba claro que los dioses de la pintura se estaban riendo muchísimo a mi costa, así que hice lo que haría todo pintor decente: me olvidé de eso y me dediqué a otra cosa. Sin embargo, el destino me tenía deparado un camino muy distinto.
Un poco después me encontraba en un supermercado comprando ingredientes para hacer un chili especialmente potente y, al coger una bolsa de cebollas, algo despertó en lo más profundo de mi cerebro. ¡La bolsa que contenía las cebollas iba a ser perfecta como plantilla para mi camuflaje a rombos! Si cambiamos la bañera de Arquímedes por un supermercado, os haréis una idea del tipo de grito que pegué al darme cuenta de eso. Así que, ignorando las miradas de asombro de los demás clientes del súper, salí volando hacia casa para probar aquella idea.
Cogí el Serpiente, dejé las cebollas a un lado y pegué la red de la bolsa sobre el tanque. Tras aplicarle una capa de pintura aplicada con spray ya tuve terminado el motivo de camuflaje que ocupaba toda la miniatura. Todo lo que tuve que hacer luego fue rellenar los huecos y, más deprisa que una motocicleta a reacción, ya tenía un tanque nuevecito totalmente pintado.
Pruebas de motivos
Red grande
Red media
Red pequeña
Antes de decidir qué tipo de red utilizar, vale la pena probar los distintos efectos que se pueden crear con cada una de ellas. Como cada red crea rombos de distintos tamaños, puedes escoger el que más encaje con tu concepción del camuflaje eldar.
Estirando la red es posible crear una diversidad de motivos que no solo quedan bien, sino que te dan una mayor gama de posibilidades.
Cómo hacer que quede bien
Para empezar, le apliqué al Serpiente la capa de imprimación de Negro Caos.
Luego le pegué la red al Serpiente. La mejor forma de hacerlo es usar pegamento en spray y asegurarte de que no queden arrugas en la red de los contornos del casco.
Consejo de Hobby
La cola en spray es un pegamento de aerosol que suelen usar los artistas y que puede adquirirse en la mayoría de tiendas de bricolaje o de material artístico. El hecho de que se pueda quitar la red después de pasar el spray sin que quede demasiado rastro hace que sea perfecto para este cometido.
Cuando me gustó cómo quedaba la red, le apliqué el Spray Blanco Cráneo al Serpiente. Luego, cuando se hubo secado el spray, le quité la red y quedó el motivo de camuflaje.
Dibujé la serpiente de Saim-Hann con un lápiz alrededor de los dos respiraderos del motor. Esto es más fácil que pintar la imagen directamente sobre la superficie ondulada y, si cometes un error, ¡solo tienes que borrarlo y empezar otra vez!
Pinté el contorno a lápiz con Tinta Magenta. Luego lo diluí un poco para que se pudiera seguir viendo el motivo del camuflaje. Fue entonces cuando advertí que el camuflaje quedaba igual que la piel de serpiente, ¡una afortunada coincidencia, si tenemos en cuenta la serpiente que acababa de pintar!
Pinté el camuflaje del Serpiente con tres tonos distintos de gris. La red ya me daba el motivo, así que todo lo que tuve que hacer fue rellenar huecos. Así pude pintar un motivo de camuflaje muy rápidamente. Mezclé los tres grises poniendo la misma cantidad de Gris Piedra en tres botes de mezcla. Para hacer el tono más oscuro le añadí Negro Caos y para el más claro Blanco Cráneo. Luego le añadí una gota de Marrón Quemado a los tres botes para darle a los grises un cierto tono cálido.
Los botes para mezclas
Dado que iba a usar los mismos colores de camuflaje para todo el ejército de Saim-Hann, decidí mezclar los tonos de gris y guardarlos en botes para mezclas. De esta forma, la próxima vez que tuviera que usar esos colores no tendría que preocuparme por mezclarlos (es muy difícil recrear exactamente el mismo tono cada vez) y así solo tendría que coger el bote de pintura que necesitase.
Para pintar los bajos del Serpiente le apliqué un pincel seco de Gris Codex, que le dio unas luces muy sencillas y efectivas. Las armas se pintaron de Negro Caos.
Consejo sobre barnices
Si decides aplicarle el spray de barniz al Serpiente, no le pegues la cubierta de la cabina porque al aplicarle el spray se te entelará el cristal. Aplica el barniz al casco inferior y superior por separado y ponle la cubierta después. Si pegas los dos cascos primero, no podrás encajar la cubierta en la miniatura.
Por último, apliqué un pincel seco a los respiraderos del motor y a los tubos de escape con Bronce Enano, seguido de Oro Brillante.
Cómo aplicar un efecto de luz direccional
Como ya me había matado a pintar el casco con un motivo tan desquiciante, me pareció injusto no pintar también el piloto. Tuve una visión en la que veía al Serpiente volando en una misión nocturna con la única iluminación del verde parpadeante de la cabina. Y para conseguir este efecto, tuve que aplicar un estilo de pintura bastante diferente.
Al iluminar los bordes del piloto, conseguiría dar la impresión de una cabina bañada con el brillo del escáner del piloto y también haría un buen contraste con el blanco del casco.
1 Aplícale al piloto la capa de imprimación de Negro Caos.
2 Ilumina los bordes superiores del piloto con Verde Snotling.
3 Haz una mezcla a partes iguales de Verde Escorpión y Verde Snotling y aplícala sobre las luces de Verde Snotling, dejando que se vea un poco el color original.
4 Para terminar, añade un poco de Blanco Cráneo a la mezcla y pinta los bordes finos y el escáner. Así el piloto quedará como si estuviera iluminado por una sola fuente de luz.
Después de terminar el Serpiente, creo que esta técnica ha valido verdaderamente la pena. Resulta muy gratificante probar técnicas nuevas que sirvan para conseguir un aspecto único y original en una miniatura. ¡Ahora simplemente tengo que volver a pasarme por el supermercado que hay cerca de mi casa para poder terminar el resto de mi ejército!