Durante la 13ª cruzada de Abaddon, Medusa (el planeta natal de los Manos de Hierro) sufrió ataques constantes por parte de las fuerzas traidoras.
El combate que se libró sobre la superficie de Medusa fue brutal y terrible, cientos de Manos de Hierro perecieron luchando por defender su mundo.
Varias escuadras, de diferentes compañías, trataron de proteger un punto estratégico para las tropas leales al Emperador y resistieron un infernal ataque de artillería que dejó a las escuadras acéfalas: los oficiales, y todos sus Padres de Hierro, habían caído en combate.
Desorientados y cercados por el enemigo, los marines replegaron su posición tratando de aunar criterios sobre quién debía tomar el mando o cómo defender la posición, pues la situación era apremiante.
Poco a poco caían bajo el fuego de las tropas caóticas.
En ese momento ocurrió un milagro (el primero de una gran lista que luego registrarían en sus sagrados informes). De entre los cuerpos de los hermanos caídos surgió una figura todavía humeante por los impactos de los morteros, una figura que brillaba con una luz sobrenatural.
Muchos de los Manos de Hierro presentes creyeron reconocer la viva imagen de Ferrus Manus ante sus ojos, pero al disiparse el humo comprobaron que se trataba de uno de sus bibliotecarios que había sobrevivido al bombardeo. Su nombre: Acies.
El recién resurrecto bibliotecario comenzó a arengar a sus hermanos citando glorias y loas a Ferrus, renovando así el quebrado espíritu de los diezmados marines.
Como una marea de hirviente lava volcánica, los marines contraatacaron guiados por Acies, arrasando hombres y máquinas por igual.
Varias veces se vio en el campo de batalla a una gigantesca figura rodeada por un extraño resplandor acompañando y protegiendo al bibliotecario… ¿Era quizás el espíritu de Ferrus?
Acies había resurgido en el momento justo, haciendo olvidar las diferencias que separan a las compañías clan de Medusa. Solo recordando las palabras de Ferrus habían podido salir victoriosos…, las palabras que solo la fuerza de Acies había podido pronunciar.
Los bólteres todavía humeaban cuando otro milagro ocurrió: desde los restos de un Land Raider destruido brotaba claramente el sonido de un inmenso corazón latiendo.
Acies se acercó, escoltado por un pequeño grupo de hermanos marines, y al tocar los restos del tanque todos los presentes recibieron la visión de una extraña fortaleza, donde Ferrus Manus los estaba esperando.
Luego de este hecho los supervivientes decidieron unirse como una gran escuadra bajo el mando del que consideraban su mesías, Acies.
Sin autorización del consejo de los Manos de Hierro, la compañía acabada de formar inició una búsqueda sagrada a través de todo el Universo para encontrar las antiguas reliquias del conocimiento o los fragmentos de Ferrus, como también suelen llamarlas.
Ciertos rumores informan que su búsqueda los llevó a Marte, donde tuvieron una reunión con los Altos Sacerdotes del Culto Mechanicus, pero nada de esto ha sido confirmado por miembros del Adeptus Mechanicus.
El gran consejo de los Manos de Hierro ha recibido un comunicado que informa sobre la creación de un nuevo capítulo sucesor, los Almas de Hierro.
En la actualidad, el capítulo se desplaza por el cosmos en su cruzada sagrada bajo el mando de Acies y sus discípulos.
Organización y Credo
Los Almas de Hierro adoran de forma absoluta a Ferrus Manus, quien ha vuelto a la vida como un auténtico Deus Ex Machina.
Al contrario que su capítulo fundador (los Manos de Hierro), ellos aseguran haberse reunido en Marte con Ferrus.
A consecuencia de este hecho, los capellanes del capítulo son miembros del Adeptus Mechanicus, al que consideran verdadero guardián de su Fe.
Es muy común ver extrañas reformas en sus vehículos (en su mayoría Rhinos y sus variantes Predator) que convierten a estos en verdaderas capillas rodantes donde se celebran misas alrededor de extrañas reliquias, algunas de evidente procedencia Xenos.
El capítulo no dispone de gran cantidad de armaduras exterminador.
Servidores y servocráneos abundan entre las escuadras, brindando apoyo y asistencia médica, reemplazando el rol ocupado por los apotecarios.
Semilla Genética
La aberración detectada en el capítulo fundador ha llegado a proporciones un tanto dramáticas en los Almas de Hierro, los cuales desprecian en tal grado la debilidad que optan por entregarse a una purificación biónica, por lo que reemplazan constantemente partes de su anatomía por implantes cibernéticos.
Con motivo de la aparición del nuevo Codex Marines Espaciales os propusimos crear vuestro propio Capítulo de Marines Espaciales, inventando un esquema de colores original aprovechando la nueva aplicación que podréis encontrar en esta página. Os aseguramos que la elección del ganador no fue fácil y nos costó horrores decidirnos, pero finalmente el premio voló a Argentina: Tadzio Piccirillo Devito, con sus «Almas de Hierro», fue el vencedor. ¡Enhorabuena, Tadzio!
Ganador
Las Almas de Hierro
Tadzio Piccirillo
Finalistas
Almas Errantes
Jose Maria Verdugo
Lágrimas Escarchadas
David Pérez
Teutones Negros
Juan Jesús Vegas Timón
Saurios del Emperador
Lucía Prieto Acedo
Caballeros del Tártaro
Edsone Malone
Guardia de Salomón
Zyrapher
Menciones Honoríficas
Guardia del Dragón
Jorge
Arcángeles Imperiales
Sergio Martiño
Diablos Rojos
Unai Hidalgo
Ataque en las Alcantarillas
Daniel Miralles
Vengadores del Emperador
Juan Olvido
Capítulo Deathstalker
Miguel Bravo