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Caos Absoluto, el Panteón de las deidades del Caos

Muchos adoran a un solo dios del Caos; no obstante, los cuatro poderes mayores del Caos forman lo que se denomina el Panteón, entidad que ha seducido a un número incontable de personas a lo largo del tiempo. Esta gente adora al Caos en su mayor esplendor. Como cada dios del Caos simboliza una faceta concreta de la naturaleza humana, muchos han propuesto que el Caos absoluto representa la profundidad infinita de la maldad que anida en lo más profundo del alma humana.

El hombre no ha sido llamado a entender esto y es por eso que adora al Caos en todas las formas en las que se manifiesta. Literalmente, el Caos absoluto es el panteón de los cuatro grandes dioses del Caos; el punto en el que se unen los cuatro, cada uno ocupando una posición encontrada en un círculo. Cuando un adorador eleva sus plegarias suele hacer su petición al dios que cree que la atenderá más fácilmente. Esa persona nunca alcanzará la felicidad plena que implica adorar a los cuatro grandes dioses del Caos a un tiempo. Las entidades menores de la disformidad también son adoradas por muchos; no obstante, estas entidades resultan insignificantes al lado de cualquiera de los cuatro poderes del Caos.

La mayoría adora el Caos Absoluto como tal. Perciben el poder de un todo y su individualidad al mismo tiempo; una inteligencia maléfica que los humanos nunca llegarán siquiera a entender. Aunque a veces estos adoradores piden la ayuda de un dios en concreto, nunca se implican con él por entero, puesto que quieren servir a la más pura forma del Caos y rendir pleitesía a un todo sin adulterar.

Aquellos que utilizan el Caos para conseguir su propio beneficio y que llevan a cabo pactos aislados también son devotos del Caos absoluto. Estos descarriados piensan que sus ambiciones están por encima de los designios del Caos. A ellos les espera la salvación mediante la demonicidad o la condena a una vida mortal.

Guerreros de Hierro
Los Guerreros de Hierro fueron el ariete de la Gran Cruzada, el ariete que golpeaba cada muralla irrompible de cada ciudadela inaccesible que se interponía entre el Emperador y su sueño de establecer el Imperio de la Humanidad. La sangre y el sudor derramados por los Guerreros de Hierro durante aquellos tiempos distantes se desperdició cuando se volvieron contra sus hermanos Marines Espaciales en Istvaan V, asegurándose así de que su nombre, antaño sinónimo de orgullo, pasara a ser sinónimo de traición y herejía.

Amos de la Noche
Los Amos de la Noche siempre han pertenecido a la oscuridad. Desde su concepción, la semilla corrupta de su primarca los infectó con la violencia y la desesperación. Aunque en otro tiempo lucharon con valor en nombre del Emperador, los Amos de la Noche fueron los primeros en escuchar la llamada del Caos y extendieron como una plaga el miedo y la miseria por innumerables mundos.

Legión Alfa
La Legión Alfa fue la vigésima y última legión creada durante la Primera Fundación. Aunque era la Legión más joven, o quizás a causa de ello, la Legión Alfa intentó superar a sus hermanos en todo momento, como si tuviera que demostrar su valía a las Legiones más antiguas. Su orgullo fue la causa de diversos incidentes en el que los miembros de la Legión Alfa se enfrentaron e incluso atacaron a miembros de las otras Legiones de esa época. En especial parece ser que existía una fuerte enemistad entre la Legión Alfa y los Puños Imperiales, pues se enfrentaron en numerosas ocasiones antes de la Herejía.

Portadores de la Palabra
Los Portadores de la Palabra son, en muchos aspectos, la más fanática de las Legiones Traidoras. Antes de la Herejía, Lorgar, su Primarca, y sus Marines Espaciales eran los más devotos fieles del Culto Imperial. No obstante, el Emperador quería guerreros, no discípulos, y criticó su comportamiento. Los Portadores de la Palabra no aceptaron esa crítica y se unieron a Horus y a los dioses del Caos que, en cambio, estaban encantados de tener tan fervientes adoradores. Los Portadores de la Palabra veneran el Panteón al completo y demuestran su dedicación sustentando cultos heréticos y erigiendo catedrales impías en todos aquellos mundos que caen bajo su poder.

La Legión Negra
La Legión Negra es la única Legión Traidora que ha cambiado su nombre en sus diez mil años de exilio. La Legión fue creada originalmente en la Primera Fundación como los Lobos Lunares, pero fue con el nombre de Hijos de Horus que la Legión participó en la Herejía de Horus, actuando como guardia pretoriana de Horus durante todas sus campañas. Fueron los primeros en eliminar el símbolo Imperial del águila de sus armaduras y estandartes, y en reemplazarlo por el símbolo del Ojo de Horus, que ha llegado a convertirse en la insignia del Caos más temida en todo el Imperio.

Abaddon el Saqueador
Abaddon el Saqueador ya era el preferido de Horus cuando este era capitán de los Lobos Lunares; incluso se rumorea que era su hijo. Su dedicación a Horus era completa y la muerte de este tuvo un efecto devastador en Abaddon. Tomó la garra de Horus a modo de reliquia y comenzó sus despiadados ataques al Imperio. Reunió a los dispersos Hijos de Horus, cambió el nombre de la legión por el de Legión Negra y pactó con los dioses del Caos para que le ayudaran en su empresa.

Fabius Bilis
Hubo un tiempo en el que Fabius Bilis fue comandante en jefe de los Hijos del Emperador. Estuvo en el Asedio a Terra, pero se dedicó a cometer atrocidades sobre la población. Bilis se aprovechó de la situación para llevar a cabo sus horrendos experimentos y para alterar la química cerebral de los Hijos del Emperador con el fin de que fuesen más receptivos a los estímulos. Aun así, nunca se vio atraído por Slaanesh; de hecho, se distanció de su Legión y se dedicó por completo a la investigación de tecnologías prohibidas con la única intención de desentrañar el secreto de la creación genética de los Marines Espaciales.